Gracias por enseñarme a ser lo que soy,
gracias por no levantarme cuando caí,
pero estuviste ahí cuando me levanté solo.
Gracias por enseñarme a amar sin juzgarme,
gracias por ser mi primer gran maestro.
Gracias Don Gume.
Show More
Show Less
More Information about: Mirel un maestro excepcional