Somos una iglesia que tiene valores en nuestro ADN, por sobre todo el Amor, la humildad, pasión por el servicio, autenticidad, relevancia, alegría y gracia. Nuestro deseo es que todos podamos llevar estos valores como un perfume; impregnando la tierra de este aroma a Evangelio. Por eso trabajamos en salvar personas, pastorearlas, discipularlas y enviarlas para cumplir con la Gran Comisión de nuestro Señor Jesús. Así como nuestro Dios es un refugio para el necesitado, una fortaleza para los débiles. Cómo Iglesia, queremos representarlo con excelencia. Siendo un refugio para todos los que deseen alimentarse de vida.