El accidente cerebrovascular (ACV) o trombosis es una de las causas más frecuentes de discapacidad y muerte en adultos, y tiene como resultado enormes costos sociales asociados con la rehabilitación, la atención a largo plazo y la pérdida de mano de obra.1 Existen tratamientos seguros y efectivos para el ACV incluida la atención fisiológica coordinada en una unidad de excelencia de ACV, sin embargo, requieren de un tiempo promedio para realizar pertinente los abordajes medico-endovasculares como es la trombólisis intravenosa con activador de plasminógeno de tejido recombinante (alteplasa)que requiere estar dentro de 4 a 5 h para muchos pacientes agudos,2 y tratamiento endovascular dentro de las primeras 24 horas o mas horas para el subconjunto de pacientes agudos con ACV causada por oclusión de grandes vasos.3 Sin embargo, el éxito del tratamiento para el ACV isquemico es extremadamente dependiente del tiempo. Cada minuto de retraso antes de la recanalización cuenta con un estimado de 2 millones de neuronas perdidas por minuto. En la actualidad las guias de ACV reconocen el déficit de educación en la identificación de los síntomas del ACV en la fase pre clinica, es por ello que se han impulsado desde las políticas de salud publica diferentes estrategias de concientización y educación en el ACV en poblaciones en riesgo, Sin embargo, hay una escasez de evidencia que respalde las mejores prácticas para lograr estos objetivos. El uso de los medios de comunicación es una estrategia comúnmente adoptada por los departamentos de salud y las asociaciones de ACV, pero los costos de este método dificultan la aceptación o el mantenimiento por parte de los hospitales de ACV. Dado que los niños pueden ser los únicos presentes durante un ACV agudo que involucra a un padre, abuelo o tutor, pueden estar en una posición única para influir en el tiempo de tratamiento al reconocer el ACV y actuar de inmediato como es llamar a la línea de emergencias 123 e inclusive trasladar al paciente a un hospital. Además, los niños pueden influir positivamente en un conocimiento de ACV de la familia, comportamientos de estilo de vida y apoyo al autocontrol de la enfermedad por parte de los padres